DÉJÀ VU
La cita estaba hecha, yo llegué un par de horas antes a la habitación, salí por cigarros, whisky, chetos y condones. Me quité los zapatos, cepillé los dientes y retoqué mi maquillaje. Estaba nerviosa y emocionada. Esa noche las charlas, los coqueteos, las imágenes y todo lo que intercambiamos por mensajes: encarnaría. Me cambié el calzón por una tanga roja con una mariposa al frente. Traté de encender el televisor, no lo logré y dejé el control en la mesa junto a las bebidas, la botana y los condones. Me enviaste un mensaje que tardarías una hora más. La espera acrecentó mis nervios, me senté en la cama, me cubrí con la colcha pues ya sentía frío. Revisé mi celular, pasó 1 hora, tocaste la puerta. Salté de la cama, sentí un hoyo en el estómago, quité el seguro y abrí la puerta. Lo primero que hiciste fue reclamar el lugar tan lejano de la habitación, la chica que conociste en el pasado se hubiera sentido mal y la noche ahí hubiera terminado. La mujer de hoy te pidió que te c...