LA DUCHA de CHARLES BUKOWSKI
Nos gusta ducharnos después (a mí me gusta el agua más caliente que a ella) y su rostro siempre está suave y lleno de paz y ella me lava primero me extiende el jabón por las pelotas las levanta las aprieta, luego me lava la pistola: “¡oye esto sigue duro!” luego me lava el vello de ahí abajo, el ombligo, la espalda, el cuello, las piernas, yo sonrío sonrío sonrío, y después la lavo yo a ella… primero su cosita, me pongo detrás, mi pistola en sus nalgas suavemente enjabono los vellos de su cosita, lavo ahí con un movimiento suave tal vez me detenga más de lo necesario, luego las piernas por detrás, el trasero, la espalda, el cuello, la hago girar, la beso, enjabono los pechos, luego el ombligo, el cuello, las piernas por delante, los tobillos, los pies, y luego su cosita, una vez más, para que me dé suerte… otro beso, y ella sale primero, se seca, a veces ...