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Mostrando entradas de octubre, 2017

LA DUCHA de CHARLES BUKOWSKI

Nos gusta ducharnos después (a mí me gusta el agua más caliente que a ella) y su rostro siempre está suave y lleno de paz y ella me lava primero me extiende el jabón por las pelotas las levanta las aprieta, luego me lava la pistola: “¡oye esto sigue duro!” luego me lava el vello de ahí abajo, el ombligo, la espalda, el cuello, las piernas, yo sonrío sonrío sonrío, y después la lavo yo a ella… primero su cosita, me pongo detrás, mi pistola en sus nalgas suavemente enjabono los vellos de su cosita, lavo ahí con un movimiento suave tal vez me detenga más de lo necesario, luego las piernas por detrás, el trasero, la espalda, el cuello, la hago girar, la beso, enjabono los pechos, luego el ombligo, el cuello, las piernas por delante, los tobillos, los pies, y luego su cosita, una vez más, para que me dé suerte… otro beso, y ella sale primero, se seca, a veces ...

El lobo

El pasillo era oscuro, al fondo en el marco de una puerta estaba él. Yo tenía puestos unos lentes con los que podía ver algunas formas en la oscuridad. Al fin lo vi, era cómo lo recordaba, aunque no lo conocía, su sonrisa era afable, cabello negro y ojos expresivos. Vestía unos jeans azul claro y una playera gris holgada, ambos gastados. Él me esperaba hace algún tiempo, aunque yo iba a otro lado, regresé para cumplir con la cita. Me acerqué sin dudas, intercambiamos algunas palabras, deduje rápidamente que era un chico cordial, educado y muy sencillo. Inevitable besarlo. Salimos al patio, ahí sus compañeros, que eran mis conocidos, festejaban sin motivo alguno y prendían fuegos artificiales. Llegué a meditar en qué pensarían ellos al saber que él y yo estábamos juntos. Al ver cómo todos se divertían, olvidé ese asunto. Había un hombre corpulento, con barba y cabello largo negro azabache, la relación con los demás no la recuerdo, pero sabía que era una pieza importante en ...