El mejor orgasmo
No fue el de anoche, que sentí que duró una eternidad; primero con tus caricias tiernas que me excitaron tanto que te llevaron a masturbarme, provocando que mi clítoris y pezones se pusieran rígidos y sencibles; tu habilidad con la mano izquierda me fascina, con la derecha me hiciste terminar. Satisfecha pero aún exitada quería más, siempre busco más. Tu pene en mi boca no fue suficiente, te necesitaba dentro de mí. La forma en la que me penetraste, tan duro y rápido que me hiciste jadear; para concluir yo sobre de ti, viniéndome por segunda vez con una intensidad inexplicable. Tardé tal vez un par de minutos en éxtasis. La poca luz era un sol, siliente mi entorno, transformando las dudas en paz, el respaldo de la cama en el universo. Aún te sentía dentro de mí y las sensaciones, los temblores, el placer, no paraban. Te escuché respirar un poco más rápido que yo, cerrabas los ojos y tú semblante posterior al sexo era el habitual. Mis emociones chocaban, tanto placer me quería llev...