Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2021

No eres tú, soy YO

Eres narcisista, el mundo gira a tu alrededor, todos son pendejos menos tu; eres tan perfecto que el mismísimo Dios te pone el pie para probarte, castigarte o burlarse de ti. Me cansé de buscar tener una relación formal, me cansé de querer figurar en tu mapa, me cansé de ti y de como me hacías sentir. Estoy aquí con espectativas, esperanzas, metas, ánimos y sueños. Ya no quiero las tostadas de ceviche, ni elegir el color de las cortinas. Esta es la última ocasión en la que escribo de ti. Me terminé las letras que me inspirabas, se fueron junto con mis lágrimas.  No temo hacer, no temo ser. Me solté y liberé de ti. Me afiance a mi.

Lapsus

Me tomó del brazo, “¡sube!” repetía con frenesí. “¡sube!, confía en mí, no será como la última vez, en esta ocasión subiremos juntos, lo verás todo diferente, en cada peldaño será una nueva aventura, nos afianzaremos al amor, a la ternura y a la vida. Tendrás mis sueños, pensamientos y compromisos. Seremos uno, serás yo y yo seré tú, somos y seremos siempre el uno para el otro. ¡Sube!” Y me dejé llevar. Siempre tuvo razón. Ambos éramos temor, miedo y desilusiones. Nadie aceptaría las sobras de nuestra esencia. El uno para el otro, el binomio perfecto. Creí que subía, pero de nuevo esa sensación de vacío en mi estómago demostró el error.

No es la salida, es iniciar el camino

Hoy te suelto, me cansé de sentirme mal, insuficiente, dolida, insegura, débil. Estoy harta de desvelos en llanto, de preocupaciones sin sentido, de no ser quien soy. Me libero de todo el dolor que me provocaste, de tantas angustias y pesares, de tantas lagunas en mi cabeza que me protegían de todo lo que me habías lastimado.  Ya no existe nada que me una a ti. Dejaré de estar sumergida en tus chantajes y manipulaciones. Tengo y debo de defender a la niña que tanto heriste, a la que le dabas placebos para hacerla sentir "menos mal". Hoy me asumo como guerrera y te saco de mi vida. Me retomo como persona. Aprendí de ti, me enseñaste a cuidarme y protegerme; pero ahora me mientes.  Te acercas con diferentes rostros, en diferentes cuerpos, eres varias personas. Me hiciste creer que solo merecía personas dañadas, poco comprometidas y desleales.  Te dejo porque ya no quiero más de ti. Me suelto porque pesa más de lo que puedo cargar. Te dejo porque ya no necesito una armadura ...