La licuadora

Me gusta el sonido de la licuadora, me gusta lo que pasa en ella. Metes un montón de ingredientes y ella los mezcla, sin importarle si son dulces o salados, sí son muchos o pocos, ni la dureza de los mismos. Me gusta como los olores se combinan y queda todo perfecto.

Me gusta su sencillez; un vaso, aspas y un motor hacen la máquina perfecta. Me gusta el sonido de la licuadora, es como molesto, fuerte, penetrante. Pero cuando lo escucho, algo bueno está por suceder.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una noche más

Te sientes caliente, lo que viste en la pantalla te dejó con ganas. Sabes que en cuanto me empiezas a tocar o besar yo respondo de la forma en que necesitas. Me dejas sin pijama, te quitas el bóxer. No estoy húmeda pero tampoco seca, te ayudas con un poco de saliva. Te colocas sobre mí, me levantas la pierna derecha. Me penetras. A los primero 3 movimientos ya estoy lubricada, se siente bien. Cierro los ojos, empezamos a jadear, me llenaste de tu deseo, ahora es mío. Empiezo a rasguñar tu espalda, muy suave para no lastimarte. Te beso el cuello y los hombros, de vez en cuando busco tu boca. Pido más, más rápido, más duro, más... Siento como se eriza tu piel. "Dame más, cógeme, así cielo, sigue, sigue, sigue. Soy tuya, que rico te mueves, no pares". Gimo y empezamos a sudar. Veo como cierras los ojos. Aprietas las nalgas y me la metes más duro. Muerdo ligeramente tu hombro. Dentro de mí siento un ligero chorro de líquido, me la metes un par de veces más y ya no siento tu erecc...
Leer más

Vacaciones

Por las mañanas después de lavarme los dientes, me gusta regresar a la cama y montarme en un pene con la erección matutina. En las tardes antes o después de comer, en la sala, la cocina en cualquier parte. No importa como. En las noches, sin prisas, sensualmente, con cortejo, con amor, con calma, con dureza, con intensidad, con sed, con deseo. Terminar exhaustos, sudorosos, sonrientes, dormir con mi entrepierna escurriendo.
Leer más

La mañana en la que nunca amaneció

Imagen
Se levantó y fue a mi lado, su mirada triste y perdida expresaba sentimientos que no podía interpretar, la piel en los huesos, sus orejitas que desde que era bebé tenía paradas, estaban caídas.  Nymeria, no tuve que pensar en su nombre su actitud arrogante, imponente, fuerte, decidida, con un carácter y temperamento impresionante.  Desde el primer momento en que la vi, me enamoré.  No sabía si queríamos 1 o 2 cachorros, lo que supe desde el principio fue que la quería a ella. Desde que llegó a la casa y a diferencia de los otros cachorros que llevaron para que eligieramos cuáles serían nuestras mascotas, ella nunca durmió, siempre estuvo expectante, vigilando, observando, oliendo. La quiero a ella, ya que serán 2, al más gordito y dormilón. Dos para que se hagan compañía, dos para que jueguen. Apenas tenían 40 días de nacidos y su personalidad ya estaba definida.  No dieron lata, no lloraban en la noche, siempre fueron juguetones y curiosos, les encantaba robar zapat...
Leer más