Ella es

Ella es demasiado simple.

Desde el primer momento deja claro quién es, qué le gusta hacer, qué le gusta ver, qué le gusta comer, qué le gusta escuchar. Desde el primer momento pone sus reglas, dice lo qué quiere y lo qué puede dar.

Se deja al descubierto, se desnuda para ti.

Es tu elección si la respetas, si aún conociéndola decides obviar su naturaleza.

Ella es demasiado básica. Si no come se pone de malas, si no toma café le duele la cabeza. La música de banda le exaspera; no le gustan los programas de televisión groseros o simples, donde el humor sea físico o provenga de la lástima. Odia las preguntas obvias. Le enfada que la sofoquen.

Más sin embargo le fascina el café, el olor de los árboles por la mañana y el de su propio perfume, los besos en el cuello y la espalda, la velocidad cuando anda en motocicleta, el dolor de los músculos después de correr 42 kilómetros. Le gustan los desafíos.

Ella es demasiado clara.

No quiere una relación. Busca que la quieran pero la dejen ser libre. Quiere enamorarse bonito, le encantan los detalles, quiere caminar de la mano de alguien, que su pareja sea más inteligente para poder admirarlo, soñar en su futuro juntos, quiere pasar los fines de semana a su lado, que la presente con su familia, que le presente a la suya, que le escriba en el día para contarle cualquier generalidad, que le llame para sorprenderla. Que sea su universo pero que le de su espacio.

Ella es disfuncional. Es manipuladora, atrae personas y luego las deshecha. Es muy directa y sarcástica, inmadura e infantil. No es lista, sólo es estudiosa. Se aburre fácilmente. Le gusta el sexo pero lo que realmente le gusta es ver la excitación de su pareja. Miente con facilidad. Tiene una mascara para cada ocasión.

Ella es demasiado clara, en realidad, ella es humana.

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