Breathe, believe

Te sonrío cada mañana al despertar, con un buenos días y nuestro aliento matutino, te acaricio el rostro, despeino tu cabello revuelto y te beso. Cuando cocinas te miro, pienso en lo bello que te ves concentrado en el tocino y la cebolla. Acaricio tu pierna bajo la mesa, mientras te escucho leer por milésima vez las etiquetas de los productos que están sobre la mesa. Te sonrío de nuevo. Vamos de compras, paramos en los dulces y en las flores, en esta ocasión elegiré claveles morados, además de un girasol que te recuerde a mis ojos. Pienso en esa noche cuando salí apurada, me regresé para abrazarte porque no me había despedido, me quité el casco, te abracé y besé. "Cuídate mucho" me dijiste; te sonreí, me puse el casco y te dije que después nos veíamos mientras arrancaba a toda prisa. El aseo de tu casa puede esperar un día más, tal vez una semana, ¿qué importa? No esperamos visitas. Nos bañamos juntos, quisiera tallar tu espalda pero mecanicamente ya lo haces. Me gusta como h...

Estoy harta de las cosas a medias. De esta vida tibia. De sentir sin expresar, sin demostrar. No manifiestes tus emociones No seas No indiques mucho interés No le escribas, hables o visites No pidas No comas eso No hagas No te lo pongas No divulgues tus logros, tus gustos o tu amor No, no, no ¿Y para cuándo empezamos a vivir?

Me tomó 3 meses despedirme de ti. Me rompiste, lo permití y, aun así, seguí. Mi amor fue la unión de nuestra relación.  Me sentí de nuevo insuficiente, poco valiosa, muy insegura, ¿por qué no soy suficiente para él? ¿qué me hace falta? Acepte más culpas de las que en realidad eran mías. Me volví dependiente de ti, de tus necesidades, tus molestias, de tus gustos, de tu humor, aplazada de mí. Me enamoré, de todo lo que aparentabas, de tus palabras, de tus acciones, de tus proyectos, de intentar verme tomada de tu mano hasta nuestro último día; creo que me enamoré más de las ilusiones que puse sobre ti, que de quien en realidad eres. La primera vez que estuve en tu cama, con esa lámpara extraña que iluminaba tu rostro, el temor de enamorarme, de volverme a equivocar y de fallarme una vez más, se reflejo en tu cara: diferentes mascaras se develaron ante mi, fuiste un anciano, un joven, una mujer, un hombre poco agraciado, una sombra, un espíritu; ese momento me provocó miedo y angusti...

Te he dicho incontables veces, en la mañana, en la noche, en la tarde, en la madrugada, fines de semana, el lunes, el miércoles, los viernes antes de dormir, los jueves a la hora de la comida, el martes cuando estoy mi trabajo, cuando hago tarea, cuando salgo a correr, cuando estoy aburrida, cuando estoy muy apurada, cuando no recuerdo ni mi nombre, cuando lo único que pienso es en ti, cuando de la nada veo algo amarillo, te lo he dicho juntos, al oído, a tus espaldas, cuando estamos sonriendo, cuando hacemos el amor, cuando estamos enfadados, de frente, de lado, boca arriba, boca abajo, de cucharita, en público, en privado... Pero una vez más debo decirte que: TE AMO.

Me gusta dormir contigo,  Dándote la espalda, Para que me abraces y pegues tu cuerpo al mio, Sentir tu respiración en mi cuello, Tu sexo en mis nalgas. Me place cuando me besas los hombros, Y que lentamente provocas que mueva mis caderas, Mientras el roce hace que te erectes. Que toques mis senos, los aprietes y me pongas duros los pezones. Cuando ya no podamos más, Sentirte dentro de mi y que demostremos nuestra pasión, deseo pero sobre todo... amor. Aunque lo que más me gusta es despertar a tu lado y decirte: "buenos días".