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Mostrando entradas de febrero, 2023

Ese "tic, tac" del reloj

No me gustan los sonidos fuertes ni los gritos, me causan ansiedad. Era uno de esos relojes antiguos, con un péndulo que cada segundo hacía el sonido: "tic, tac". Color caoba, carátula dorada con manecillas negras, con una puerta de cristal, lo recuerdo enorme. Pasaba mi tiempo viéndolo, imaginando que saldría un pajarito cucú cuando llegará la hora. Los gritos, los objetos volando y el "tic, tac" del reloj no paraban. Mi hermano menor, el bebé, no dejaba de llorar, yo con cinco años lo cargaba mientras observaba todo en un rincón fuera de mi recamara. No sabía que pasaba. Solo me concentraba en el "tic, tac" del reloj.  Mi hermana mayor se interponía entre mi mamá y mi papá, de frente a él, le suplicaba entre lágrimas: "papito ya por favor".   El rostro de mi madre desfigurado por los golpes sangraba, pero me impresionaba más sus gritos, de ira y decepción, eso, sobre pasaba el dolor.  Cuando ya no pude más, lágrimas me escurrieron por las mejil...

Recuerdo incómodo

Platicaba con una amiga, de la nada le conté una anécdota que sucedió ya hace algún tiempo y que nunca había verbalizado.  Salía con un tipo, era muy agradable, me encantaban sus besos y me hacía confiar en él. Un día fuimos a su casa, estaban sus sobrinos y todo normal. De la nada se salieron de su departamento y nos quedamos solos.  El me besaba y yo no respondía, se empezó a poner más intenso el asunto, yo no quería tener sexo con él, aún no me sentía con la confianza ni el deseo. Me levanté del sillón, que era donde estábamos, fui a su baño, de regreso me intercepto y me recargó contra la pared. Me seguía besando y yo ya estaba incómoda, después sentí su pene duro en mi pierna. No sabía que hacer, solo pensé: debo de hacer algo porque este tipo me va a violar. Nunca me sentí tan insegura, tan indefensa, tan frágil, tan nerviosa. Aunque me gusta el sexo, siempre lo he realizado con mi consentimiento, yo deseando y queriendo. Esa vez no lo quería, no lo deseaba, no lo disfru...

Mi diario

A veces solo veo pasar el tiempo, es tan efímero un segundo como toda una eternidad.     Veo las aves bajar por lo que las cautivas arrojan de sus jaulas, las de adentro anhelan la libertad de las otras, las salvajes envidian la comodidad y protección de las enjauladas. Ninguna entenderá lo que es estar del otro lado.   He visto cómo las plantas florecen en primavera, se secan en otoño y desaparecen en invierno. Son pocos los seres que notan toda la gama de colores que los pétalos tienen a lo largo de su vida. El alcatraz nunca fue blanco como todos pensaron.   El viento me despeina, a veces me hace estornudar, me hace sentir frío. Me trae aromas de lugares y situaciones que nunca conoceré; la comida en esa casa al otro lado de la calle; el perfume del chico enamorado que vive a dos casas de la nuestra; la basura que queman porque les resulta más sencillo que esperar al camión que pasa todos los días por ella; las lágrimas de la mujer que nuevamente confió en quien n...