Ese "tic, tac" del reloj

No me gustan los sonidos fuertes ni los gritos, me causan ansiedad.

Era uno de esos relojes antiguos, con un péndulo que cada segundo hacía el sonido: "tic, tac". Color caoba, carátula dorada con manecillas negras, con una puerta de cristal, lo recuerdo enorme. Pasaba mi tiempo viéndolo, imaginando que saldría un pajarito cucú cuando llegará la hora.

Los gritos, los objetos volando y el "tic, tac" del reloj no paraban.

Mi hermano menor, el bebé, no dejaba de llorar, yo con cinco años lo cargaba mientras observaba todo en un rincón fuera de mi recamara. No sabía que pasaba. Solo me concentraba en el "tic, tac" del reloj. 

Mi hermana mayor se interponía entre mi mamá y mi papá, de frente a él, le suplicaba entre lágrimas: "papito ya por favor".
 
El rostro de mi madre desfigurado por los golpes sangraba, pero me impresionaba más sus gritos, de ira y decepción, eso, sobre pasaba el dolor. 

Cuando ya no pude más, lágrimas me escurrieron por las mejillas, esos cachetitos ruborizados que siempre los mayores me apretaban y me decían lo bonita que estaba, se perdieron en finos ríos de dolor.

No hice ningún sonido, me daba temor que se dieran cuenta que estábamos ahí, "si no me muevo y no hago ruido, tal vez de verdad no estemos, tal vez esto no sea real", fue la primera vez que me congelé por miedo, solo podía escuchar el "tic toc" del reloj.

Comentarios

  1. Usted es una —si no es que la única— persona que conozco que SABE cómo plasmar los sentimientos más fuertes sin escribirlos directamente, no sé cómo explicarlo porque no estudié comunicación, pero me hubiera encantado hacerlo así que creo que usted sabrá a lo que me refiero, esos varios sentimientos en un pequeño texto que no se ven pero están ahí detrás de las tramoyas que sólo los que hemos leído un maldito libro por lo menos sabemos ver. Este blog es crudo, MUY muy duro, y al igual que la pintura, se tiene que ver BIEN para descubrir cómo fueron hechos los trazos y el por qué le puso esos sentimientos a cada pincelada, CARAJO qué bien escribe, usted sabe mantener el ritmo de la lectura, cosa que sólo he leido en muy pocos libros publicados y no en la basura de hoy en día, increíble la verdad.

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