Terminamos en la luna
A veces lo único que quiero es despertar con alguien, abrazada a otro cuerpo, sentir otra respiración, otro calor, otro aroma. Entendí que no te necesito, nunca te necesité, elegí que fueras mi compañero de camino, tú me preferiste como un cuerpo más.
Te recordaba de antes, pero había olvidado detalles, como lo fácil que era excitarte, lo sencillo y complejo que me resultaba provocarte un orgasmo, tu virilidad, tu vello pectoral, tus besos suaves, tu lengua inquieta, el hambre que sentía después de venirme y la forma que tenías de hacerme el amor.
Buscarte tal vez fue un error, después de todo el dolor que me hiciste sentir, aunque en realidad tú fuiste el que me buscó: cada noche al masturbarme, en cada historia que quería compartir, en cada evento que te pensé a mi lado; tu fuiste el que me solicitó y finalmente, accedí.
La conexión fue única, siento frío, siento caliente; tu rostro está caliente, tus piernas frías, tócame el pecho, te sientes frío; te toco la espalda, estoy caliente; no pensar en nada más que el momento, ni siquiera podía pensar en el momento en sí, todos fueron instantes, una pausa en el tiempo, un momento en la eternidad.
Te voy a pedir que te detengas, cuando lo diga, por favor no lo hagas. “¡Para, ya, ya no puedo, me muero, ya, ya por favor, no más, ya, ya no puedo, por Dios, no, no, no…!” Recién he terminado y ya quiero más de ti, te deseo, te ansío dentro de mí.
Me gusta cuando me pones en 4, también cuando estas sobre mí, la forma en la que colocas mis piernas en tus hombros y alrededor de tu espalda, aunque sabes que lo que más disfruto es estar arriba de ti, te siento completo dentro, yo marco el rito, me muevo y te coloco donde más me gusta, la cadencia se lleva sola, tus manos me aprietan los senos o las nalgas, tú eliges; de vez en cuando te doy un beso en los labios o en el cuello, yo decido cuando tener mi orgasmo.
Hoy me veo mejor que antes, de igual forma, hoy me siento mucho mejor; pasó una semana o un año, entendí que debo de preocuparme por mí, que yo soy mi prioridad, que si hago ejercicio es para ser más fuerte y resistente, es el mismo efecto que me provoca la terapia. Sé que el verme y sentirme así te atrae, porque la oscuridad siempre se sentirá seducida por la luz.
Quiero desayunar contigo, quiero que me acompañes a mis entrenamientos, quiero ir al cine, quiero escuchar tus gritos en las gradas, quiero alentarte en tus proyectos, quiero observarte en primera fila, quiero ser tu editora, quiero tomarte de la mano y que sepas que de verdad tienes a alguien, quiero, quiero, quiero…
Quiero ser la de antes, pero a esa la quebraste.
Quiero confiar en ti, quiero entender por qué no pudiste con nuestra relación, quiero saber qué te llevó a terminarla, pero lo que de verdad quiero es, que me cojas una vez más.
Me gustas más sin ropa que con ella, en cada relación me provocas un orgasmo, cuando llegamos juntos, la conexión se vuelve espiritual. Si me haces sexo oral y me llevas al clímax, el camino es más sencillo para ti, siento y disfruto mucho más; en cada penetrada mi libido aumenta, te muerdo los hombros, te rasguño la espalda, siento como el sudor recorre tu rostro y cae sobre mí, tu cuerpo mojado se hace uno con mi piel. Tu energía me asombra y la alientan mis gemidos.
La última noche que compartimos, percibí como me desinhibió el alcohol, tal vez te dije un par de “te amos”, tal vez puse música con la que te recordaba, tal vez te pedí un abrazo, tal vez solo me quedé dormida.
Inicié escribiendo desde mi goce, termino desde mi tormento. Tu amor es tan efímero como un orgasmo, de la misma forma tan fingido.
Te recordaba de antes, pero había olvidado detalles, como lo fácil que era excitarte, lo sencillo y complejo que me resultaba provocarte un orgasmo, tu virilidad, tu vello pectoral, tus besos suaves, tu lengua inquieta, el hambre que sentía después de venirme y la forma que tenías de hacerme el amor.
Buscarte tal vez fue un error, después de todo el dolor que me hiciste sentir, aunque en realidad tú fuiste el que me buscó: cada noche al masturbarme, en cada historia que quería compartir, en cada evento que te pensé a mi lado; tu fuiste el que me solicitó y finalmente, accedí.
La conexión fue única, siento frío, siento caliente; tu rostro está caliente, tus piernas frías, tócame el pecho, te sientes frío; te toco la espalda, estoy caliente; no pensar en nada más que el momento, ni siquiera podía pensar en el momento en sí, todos fueron instantes, una pausa en el tiempo, un momento en la eternidad.
Te voy a pedir que te detengas, cuando lo diga, por favor no lo hagas. “¡Para, ya, ya no puedo, me muero, ya, ya por favor, no más, ya, ya no puedo, por Dios, no, no, no…!” Recién he terminado y ya quiero más de ti, te deseo, te ansío dentro de mí.
Me gusta cuando me pones en 4, también cuando estas sobre mí, la forma en la que colocas mis piernas en tus hombros y alrededor de tu espalda, aunque sabes que lo que más disfruto es estar arriba de ti, te siento completo dentro, yo marco el rito, me muevo y te coloco donde más me gusta, la cadencia se lleva sola, tus manos me aprietan los senos o las nalgas, tú eliges; de vez en cuando te doy un beso en los labios o en el cuello, yo decido cuando tener mi orgasmo.
Hoy me veo mejor que antes, de igual forma, hoy me siento mucho mejor; pasó una semana o un año, entendí que debo de preocuparme por mí, que yo soy mi prioridad, que si hago ejercicio es para ser más fuerte y resistente, es el mismo efecto que me provoca la terapia. Sé que el verme y sentirme así te atrae, porque la oscuridad siempre se sentirá seducida por la luz.
Quiero desayunar contigo, quiero que me acompañes a mis entrenamientos, quiero ir al cine, quiero escuchar tus gritos en las gradas, quiero alentarte en tus proyectos, quiero observarte en primera fila, quiero ser tu editora, quiero tomarte de la mano y que sepas que de verdad tienes a alguien, quiero, quiero, quiero…
Quiero ser la de antes, pero a esa la quebraste.
Quiero confiar en ti, quiero entender por qué no pudiste con nuestra relación, quiero saber qué te llevó a terminarla, pero lo que de verdad quiero es, que me cojas una vez más.
Me gustas más sin ropa que con ella, en cada relación me provocas un orgasmo, cuando llegamos juntos, la conexión se vuelve espiritual. Si me haces sexo oral y me llevas al clímax, el camino es más sencillo para ti, siento y disfruto mucho más; en cada penetrada mi libido aumenta, te muerdo los hombros, te rasguño la espalda, siento como el sudor recorre tu rostro y cae sobre mí, tu cuerpo mojado se hace uno con mi piel. Tu energía me asombra y la alientan mis gemidos.
La última noche que compartimos, percibí como me desinhibió el alcohol, tal vez te dije un par de “te amos”, tal vez puse música con la que te recordaba, tal vez te pedí un abrazo, tal vez solo me quedé dormida.
Inicié escribiendo desde mi goce, termino desde mi tormento. Tu amor es tan efímero como un orgasmo, de la misma forma tan fingido.
Ay comadre, éstas últimas entradas cargadas de bien harta pashion, asté si sabe canalizar sus sentimientos y plasmarlos en texto, asté si hace sentir al lector carajo, su mente es una presa y estos galones de agua nomás nos dicen la ENORME capacidad que tiene asté. Bravísimo ojalá muchas chicas con las que hablé pudiéran expresarse así, no que uno como güey que no tiene ni idea de ellas nomás hace lo que puede o cree que a ellas les gustará y en lugar de una retroalimentación así de cabrona como sus entradas; no, siempre es un "ok" "este... sí estuvo bien" "órales bye", mi reino entero por poder leer la mente de las chicas así como leo sus entradas carjo.
ResponderEliminarGracias Conejo, siempre tus palabras me alagan mucho; sabes, si pudieras leer la mente de las mujeres, querrías tu reino de regreso, no somos nada diferentes ni lejanas de lo que ustedes son, considero que nuestra principal barrera es la falta o mala comunicación. ¡Saludos!
EliminarSin duda alguna, cada palabra te llevan te llevan a imaginar cada escenario, cada sensación, cada emoción. Muchas felicidades, excelentes entradas, PD. Ya debería publicar un libro, saludos!!!
ResponderEliminarBuena tarde Adbhi, gracias por leerme; no busco escribir o publicar un libro, lo que realmente quisiera es sacar todo lo que tengo dentro, poder dejar poco a poco lo que me lacera, que al escribirlo y hacerlo visible, sea menos doloroso; que quienes me lean, puedan identificarse y saber que somos muchos los rotos que deseamos armarnos.
Eliminar