Día 7

¿Cómo explicar cómo me dueles? ¿Por qué es tan difícil dejar de pensar en ti si tú eres quien rompió mi corazón?

Tengo 30 años pero siento esta decepción tan fuerte como la de un niño que no recibió un obsequio de cumpleaños o como la de un anciano que sabe que pierde a su compañera de vida. Y es que nadie sabe cómo siente el otro, incluso no sabemos nosotros mismos como es que realmente sentimos.

Hace 8 días ya me había dicho que la iba a dejar, que se quedaría conmigo para siempre y que jamás lo volvería a hacer, por sexta vez, le creí y le perdoné, ese miércoles me sentí libre, tranquila, feliz, tendría de nuevo conmigo y al 100 al hombre de mi vida. Y la madrugada llegó, pero él no. Cuando al fin se apareció seguía oliendo a mentiras; sus ojos expresaban rabia, cansancio y temor. 

Decirle que se fuera fue sencillo, no pedirle que regresara ha sido lo difícil. Recordar todos los momentos, los planes, las historia... Lo más doloroso es lo cotidiano, lo "sin importancia", compartir un café, ver la televisión, lavar trastes, tender la cama, el "zafo" para prender el boiler, desde que se fue no he tirado la basura, no he comprado comida y menos lavado la ropa.


Día 7 sin él, hacer mí día a día es lo que cuesta más, transformar la rutina es lo que duele. Me duele tanto como mi primer caída de la bici, me duele tanto como el regaño de mi mamá por algo que no hice, me duele tanto como perder a mi Papá, me duele tanto como aquellos momentos pero en esta ocasión, como también en esos momento, me duele hasta el alma, me duele el corazón, me duelen los brazos, me duele no tenerlo.

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