Soy yo, soy de ti, eres tu, eres para mi
Una persona común utiliza 300 palabras en su vida cotidiana, 500 si es más culta; yo me jacto de usar un poco más. Pero cuando estoy contigo no encuentro términos, conceptos ni significados que describan o mínimamente esbocen mis emociones por ti. No, no es porque me vuelva tonta, la verdadera razón es que, describir al amor es tan llano y natural, que no sé cómo manifestarlo. Sonrío cuando pienso en ti, me ilusiona compartir contigo momentos, historias e incluso mi pasado. La música que me regalas me llena de alegría y emoción, las imágenes que me compartes me deleitan, y los versos que te inspiro me llenan el corazón. Contigo conocí este sentimiento, lejano del calor y ternura de ver a mi madre sonreír, apartado del afecto que profeso a los cómplices de vida, y en suma distante de la vehemencia de besos hostiles. Jamás me he visto como un objeto o posesión, sin embargo, en tus brazos: te pertenezco, soy tuya; en cada beso, mirada y caricia, mi alma emana y se rinde ante ti. Duermo en...